domingo, 11 de octubre de 2009

El silencio es oro
El ser un animal nocturno
era una bella rutina:
conquistar a chicas del jet set
o a mujerzuelas de esquina
(si es que no son la misma cosa
con diferencia de precio...)
" - Sí, yo te entiendo que hay cosas que te dan bronca y te hacen mucho mal, pero también tenés que pensar que así lo único que vas lograr a la larga es estar peor. Si no mirala a (...)... ya está demasiado mal... Si la hubieras visto cómo estaba antes... Ahora da lástima, y ya no puede hacer nada, y (lamentablemente) ya sabemos cómo termina eso... Yo, sinceramente, también estoy muy mal a veces, pero veo las cosas de otra forma, y trato de descargarme de otras formas. A veces pienso en si lo seguís haciendo, pero me da cosa preguntarte porque por ahí no me querés contar o no querés hablar de eso. Y por otro lado, me da cosa no preguntarte nada, es como que no puedo quedarme de brazos cruzados sabiendo lo que pasa, porque yo te amo, y siempre voy a querer lo mejor para vos. Pienso en algo que se pueda hacer para ayudarte, pero no sé cómo. Lo único que te pido, es que si hay alguna forma, me lo hagas saber y yo voy a estar. Pase lo que pase voy a estar y además sabés que a mí podés hablarme de cualquier cosa... "

" - Sí ya sé, pero yo qué sé, vos también estás mal y estás distinta, más fría quizás, no sé pero como que cambiaste mucho respecto de tus sentimientos... Te siento diferente, distante, y me pone mal a veces, porque me siento sola, aunque esté con (...), te necesito, aunque no lo demuestre mucho, y odio ser así, me odio por no poder mostrar lo que siento, este es un problema conmigo misma y sé que puede resultar grave pero, no puedo dejar de hacerlo, NO SÉ CÓMO "

martes, 6 de octubre de 2009

" Mamá Elena le ordenó a Tita que fuera por unos bocadillos para repartir entre todos los presentes. Pedro, que en ese momento pasaba por ahí, no por casualidad, se ofreció a ayudarla. Tita caminaba apresuradamente hacia la cocina, sin pronunciar una sola palabra. La cercanía de Pedro la ponía muy nerviosa. Entró y se dirigió con rapidez a tomar una de las charolas con deliciosos bocadillos que esperaban pacientemente en la mesa de la cocina.
Nunca olvidaría el roce accidental de sus manos cuando ambos trataron torpemente de tomar la misma charola al mismo tiempo.
Fue entonces cuando Pedro le confesó su amor.
- Señorita Tita, quisiera aprovechar la oportunidad de poder hablarle a solas para decirle que estoy profundamente enamorado de usted. Sé que esta decisión es atrevida y precipitada, pero es tan difícil acercársele, que tomé la decisión de hacerlo esta misma noche. Sólo le pido que me diga si puedo aspirar a su amor.
- No sé qué responderle; deme tiempo para pensar.
- No, no podría, necesito una respuesta en este momento: el amor no se piensa, se siente o no se siente. Yo soy hombre de pocas, pero muy firmes palabras. Le juro qe tendrá miamor por siempre. ¿Qué hay del suyo? ¿Usted también lo siente por mí?
- ¡Sí!
Sí, sí y mil veces sí. Lo amó desde esa noche para siempre. Pero ahora tenía que renunciar a él. No era decente desear al futro esposo de una hermana. Tenía que ahuyentarlo de su mente de alguna manera para poder dormir. "