martes, 30 de noviembre de 2010

Amortiguador

La mecánica romántica entre tú y yo,
encendido automático, chispas de dos.
Me aconsejas, eres mi timón.
Me estimulas, acelerador.

Mmmmm, mmmmm

Abrázame
como un cinturón de seguridad.
Protégeme,
líbrame de todo mal.

Mmmmm, mmmmm

Tú tú tú tú tú tú eres mi amortiguador ooooor
Tú tú tú tú tú tú eres mi amortiguador ooooor

La mecánica romántica entre tú y yo,
el mejor mantenimiento de mi motor.
Gasolina, haces combustión,
Me atraviesas el carburador.

Mmmmm, mmmmm

Abrázame
como un cinturón de seguridad.
Protégeme,
líbrame (líbrame) de todo mal (mal, mal , mal ,mal)

Tú tú tú tú tú tú eres mi amortiguador ooooor

Tú tú tú tú tú tú eres mi amortiguador ooooor
Tú tú tú tú tú detienes del mundo el dolor ooooor
Me defiendes cuando alguien me hiere, mi amortiguador ooooor
Tú suavizas situaciones crueles, mi amortiguador ooooor
Mi amortiguador ooooor

jueves, 25 de noviembre de 2010

El Ciclo

Siempre dije que es más difícil pelear con un vivo
que con un muerto,
y es que es así, no hay nada que podamos hacer.



-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-



El Ciclo


Todo puede volver a ser,
todo vuelve a ser y ya es.
Nada más que decir,
decir que hay algo más.
Vuelve en un ciclo que resuelve
y no se va.
Vuelve en un ciclo que revuelve
mi tempestad.
Nada más para seguir,
seguir para algo más.
No buscar para encontrar,
encontrar lo que se busca.
Vuelve en un ciclo que resuelve
y no se va.
Vuelve en un ciclo que revuelve
mi tempestad.
Cerca mío se queda,
se va para quedar.



jueves, 18 de noviembre de 2010

Dolor aún vivo

Está vivo, lo siento dentro de mí,
carcomiéndome el alma,
absorbiéndome las entrañas.
Me mata, me desgarra,
me ahorca, me asfixia.
¿Cómo vencerlo?
¿Cómo superarlo?
¿Cómo hacerlo débil?
Difícil...
Trato de esquivarlo pero claro,
siempre está ahí, esperándote a la vuelta de la esquina,
dispuesto a invitarte otro trago,
otra pieza.
Siempre llega el momento en que uno reconoce
que la cura no se halla -precisamente- en dejarse envolver
por un par (o varios pares) de extremidades ajenas.

Sombra de ti

Voy a dejar
que mi guitarra diga todo lo que yo
no sé decir por mí
o quizás deba esperar
a que el insulto del reloj
acabe de planear mi fin.

Duelen tanto las sonrisas,
cuesta un mundo respirar,
es que no tenerte aquí ya me hace mal...

Me sigue rodeando
la sombra de ti,
y siguen rodando por ahí
todas las palabras que dijimos
y los besos que nos dimos.
Como siempre
hoy estoy
pensando en ti...

Debes saber
que hay pedazos de tu boca sin querer
regados por aquí,
y que tropiezo cada día sin pensar
con un viejo recuerdo más
y alguna nueva historia gris.
Si no puedo estar contigo
ya no puedo estar sin ti,
cada vez se hace más duro ser feliz.

Me sigue rodeando
la sombra de ti,
y siguen rodando por ahí
todas las palabras que dijimos
y los besos que nos dimos.
Como siempre
hoy estoy
pensando en ti...

Todas las palabras que dijimos,
y los besos que nos dimos.
Como siempre
hoy estoy
pensando en ti...




-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-

.Ingrata.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Pretendo hablarte

Mon couer a ses raisons mon amour
de n'pas t'appeler chéri
Toi tu veux que je t'aime
moi je ne veux pas soufrir

Le couer a ses raisons mon
amour de pas t'appeler ainsi
Moi ce que je veux c'est
t'aimer, je ne veux pas soufrir

Pretendo hablarte y no decirte
que ya no sé vivir si ya no estás aquí.
Aquí tan sola estoy, en medio de la nada,
en medio de la nada y entre tanta gente.

Estoy pensando en ti, las horas pasan,
tú ya no estás, yo ya no soy.
Quizá mejor decir adiós que hasta mañana,
no me quedaré esperando tu llegada,
ay tu llegada...

Comprende, cuando uno ama como lo hago yo,
con decirlo es suficiente.
Si es que me quieres como dices tú, ven y hazme feliz.
Dame tú corazón la razón de llamarte así,
tú me quieres querer, no quiero sufrir.
Dame tú corazón la razón de llamarte así,
tú me quieres querer, no quiero sufrir.
Quiero pensarte, no recordarte.
Mientras te vas tus labios conmigo se quedan.
Yo te espero, tú me olvidas, él me deja,
escondido entre mis versos tu nombre queda...
Quizá mejor así, tal vez mañana
quiera morir por ti o vivir así.
No sé si pronto yo reciba tu llamada,
por si tardaras, yo te esperaré sentada,
aquí sentada...

Comprende, cuando uno ama como lo hago yo,
con decirlo es suficiente.
Si es que me quieres como dices tú, ven y hazme feliz.
Dame tú corazón la razón de llamarte así,
tú me quieres querer, no quiero sufrir.
Dame tú corazón la razón de llamarte así,
tú me quieres querer, no quiero sufrir...

Le couer a ses raisons mon
amor de pas t'appeler ainsi
Moi ce que j'veux c'est
t'aimer, je n'veux pas soufrir

Mon couer a ses raisons mon amour
de n'pas t'appeler chéri
Toi tu veux que je t'aime,
moi je n'veux pas soufrir

Cómo te siento, cómo te extraño,
te miento si te digo que no me hace daño
verte a ti con otra y no sentirme idiota,
entre tantas otras cosas que pienso...
No me hagas más sentir que tras la espera
pueda dormir siempre a tu vera.
Hoy no te quiero, ya no me engaño,
y entre tantas otras cosas no me haces daño,
ya no me haces daño...

Dame tú corazón la razón de llamarte así,
tú me quieres querer, no quiero sufrir.
Dame tú corazón la razón de llamarte así,
tú me quieres querer, no quiero sufrir.

Dame tú corazón la razón de llamarte así,
tú me quieres querer, no quiero sufrir.
Dame tú corazón la razón de llamarte así,
tú me quieres querer, no quiero sufrir.

Ay que tú me quieres dejar y yo no quiero sufrir
Ay que contigo me voy aunque me cueste morir
Que tú me quieres dejar y yo no quiero sufrir
Ay que contigo me voy aunque me cueste morir...


This is what'll happen

if you ain't givin' your girl

what she needs...

domingo, 25 de julio de 2010

Acepto que al hablar no soy tierna,


que a veces soy fría como invierno.


Más no digas que en mí no hay sentimientos,


ni te imaginas qué es lo que siento...
Descubrí cosas de buena apariencia

y sin entrañas...
Aún no sabes que yo

hice míos tus ojos, tu mirada,

tu sonrisa, tu manera de pensar,

tu alegría y tu tristeza,

tu mentira y tu verdad
Asaltar tu boca,
rodear tus labios,
sentir el calor de tus besos...
Dejar que choques
tu lengua con la mía.
posar tu mandíbula
en mis manos.
Quiero besarte más de una vez,
besarte más que aquella vez.
Es urgente tener tu boca
cerca de la mía,
hacer de cuenta que me deseas
como yo te deseo a ti.
Preciso tu aliento,
respirar de eso que tú respiras...
Quiero llenarme,
llenarme de ti,
llevarte dentro mío,
a donde sea que yo vaya.
No dejes pasar tu vida esperando

que suba el telón y esté contigo brillando.

No puedo enseñarte más.

De madrugada

Fue completamente inesperada y poco casual
la forma en que la conocí.
Serían las siete de la mañana,
o tal vez un poco más temprano.
Yo estaba sentada esperando un tren
que prometía no venir
y el sueño comenzaba a apoderarse
de mis ojos y mis brazos
que se dejaban caer sobre mis piernas.
Tuve que dejar ir el primer tren,
porque el nivel de alcohol
que tenía en sangre
(que, a decir verdad, no era muy alto)
no me permitía soportar viajar
apretada en uno de aquellos vagones
que estaban repletos a más no poder.
Ya era Domingo,
y el día comenzaba a asomarse sigiloso.
El frío me estaba partiendo la cara,
pero así y todo, preferí seguir sentada,
en todo caso, no tenía nada más
interesante que hacer.
El tren se fue,
y con él toda la gente apretada
y algo alborotada.
Se hizo un silencio descomunal,
yo estaba prácticamente sola.
Miré a mi izquierda: nada.
Miré a mi derecha: nuevamente nada.
Apoyé mi cabeza contra la pared que tenía
detrás de mi asiento, y cerré los ojos.
Me dispuse a intentar dormir el rato que me quedaba.
La cuestión es que nunca logré dormirme,
así soy yo.
Pasaron unos siete minutos,
yo seguía con los ojos cerrados,
y sentí algo moverse al lado mío.
Sobresaltada, abrí los ojos
y pegué un saltito con todo el cuerpo.
Ahí estaba: un metro sesenta y cinco,
vestido negro que dejaba verle hasta el cielo,
botas negras, pelo castaño que le llegaba
hasta el horizonte en la parte de atrás
y un par de ojos tristes y miel.
Tenía el maquillaje corrido,
los párpados negros.
Estaba llorando muy silenciosamente.
Sentí así como de golpe el impulso de preguntarle
qué le ocurría, necesitaba saberlo...
Le dije: "¿Qué ocurre? Si quieres podemos hablar"
No respondió, siguió llorando en silencio.
Y yo, que me creía hasta ese momento toda
una experta en materia de mujeres,
no sabía qué hacer ni qué decir.
Luego de algunos minutos,
le tomé la cara con fuerza y le adherí
un beso en los labios.
Fue lo único que se me ocurrió hacer,
y aún teniendo casi toda la certeza
de que iba a rechazarme,
me arriesgué igual,
una vez más me arriesgué en la vida.
Y, ¿saben?, qué inexplicablemente hermoso riesgo
decidí tomar...
¿Para qué hablar del intervalo
si fue más emocionante y ardiente
el segundo tiempo?
Como no había más que un hombre
panzón y con bigotes parado en el andén,
nos metimos corriendo en el baño más sucio
que había visto en mi vida entera;
pero, ¡por Dios!, ¿a quién podría
importarle en qué estado estaba el baño
con ella delante de mis ojos
abriendo sus extremidades
dejándome ver ese infierno y ese cielo
dispuesto a ser mío?
(Sí, adivinaron, no llevaba ropa anterior,
qué majestuoso atrevimiento, ¿verdad?)
Se aferró a algo que había en la pared
del cubículo diminuto en el que estábamos
y yo la tomé por las caderas con algo más que fuerza,
posando sus piernas sobre mi cintura.
No puedo explicar de manera alguna
la humedad que emanaba de su sexo,
no, sinceramente no podría hacerlo.
No pude evitar comunicárselo,
y ella, que era desvergonzada como ninguna,
me dijo entre gemidos: "A ver si es verdad que estoy como dices..."
y comenzó a tocarse delante de mis propios ojos.
Hoy creo que deberían haberla arrestado
por semejante precioso acto del cual fui
única espectadora en primera fila.
Así la fui haciendo mía,
la fui haciendo mía hasta que no pudo más,
hasta que me pidió no más.
Y al terminar se irguió sobre mis caderas,
gimiendo exaltada y agitada,
con la respiración entrecortada.
Me miró y me dijo:
"Ya olvidé,
pero ahora de ti estoy enamorada."


-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-

De tantos líos que me meto,
el tuyo ha sido tan total...
Pero ahora busco la forma mejor
de que me olvides y olvidarme yo.



Les prometí terminar aquél escrito!
El fragmento al final es de una canción que
no se relaciona con el escrito en sí,
pero esa estrofa es lo que sentí al ponerle el punto final.

domingo, 4 de julio de 2010

De todo lo que tú acostumbras soy contradicción,


creo que eso es lo que a ti te llama

Hubo un tiempo en que...

Hubo un tiempo en que
amor nos jurábamos,
y fue simple y real,
era amor y desamor.
Fue un tiempo aquel
en que nos mirábamos
y con el corazón nos deseábamos.
Pero,
¿de qué sirve vivir
si sólo hay que fingir
que amamos,
que amamos?
Era un tiempo irreal,
de amor y de paz,
eso nunca fue así,
sólo era engaño.
Ahora que ya no estás,
me doy cuenta, quizás,
que todas las mentiras
nos lastimaron.
Yo no sé que pasará
con nosotros dos de ahora en más...

jueves, 24 de junio de 2010

Y al terminar se irguió sobre mis caderas,

gimiendo exaltada y agitada,

con la respiración entrecortada.

Me miró y me dijo:

"Ya olvidé,

pero ahora de ti estoy enamorada."





(Fragmento; prometo continuar este escrito! =))

miércoles, 23 de junio de 2010



Not that I don' t like you

lunes, 14 de junio de 2010

Oh my God,

what have I done?

All I wanted

was a little fun...

domingo, 13 de junio de 2010

La miro

Me molesta la luz en los ojos,
me los tapo y refriego un poco.
Luego esbozo una sonrisa
al verla poniéndose de pie
al borde de la cama.
Está desnuda, naturalmente,
deja las sábanas deslizarse
por su brazo izquierdo hasta
dejarlas caer sobre la cama,
me mira por encima del hombro
y sonriendo me dice: "¿Y? ¿Te sientes mejor?"
Le contesto ríendo.
Ella sabe que sí.
Miro lo armoniosa que luce
desde el cuello hasta los glúteos
firmes y de piel muy blanca.
Luce más fresca que una mujer de propaganda.
El pelo castaño claro y despeinado
le queda fatal, explosivamente fatal...
Le miro la cintura en la que me perdí
hasta hace unos diez minutos,
y los muslos en los que me hundí
durante toda la noche.
Se recoge ligeramente el pelo,
para no parecer tan desarreglada,
así como cuando tus padres te pueden
llegar a ver después de que hiciste el amor;
pero yo, que fui quién la despeinó,
pienso firmemente que le queda de lo mejor,
y que nunca en mi vida vi algo así.
Tiene las mejillas sonrosadas,
todavía siente calor por lo que me acaba de hacer,
y se nota que se siente orgullosa
de su propia manera de hacer las cosas,
porque sabe que me enloqueció
tener su boca y su lengua y sus ganas
entre mis piernas...
Creo que se va a bañar,
o que va a comer algo,
pero no, felizmente no,
vuelve a mi habitación y se deja caer sobre mí,
me empieza a besar descontroladamente
y me hace el amor otra vez,
no sé cuántas veces,
ya no puedo contarlas...
Una vez que terminamos,
caemos rendidas y nos dormimos,
yo con la sensación de no querer
dejarla ir jamás.

viernes, 28 de mayo de 2010

Que te vayas

Creo que no es tan anormal como puede
llegar a parecer que me encuentre después
de tanto tiempo en el mismo lugar...
Al fin y al cabo, uno termina por pensar
que es algo más de la vida ir y venir
por la calle de la alegría y la de la tristeza.
Es como si uno saltara de una en otra.
El problema es que lo hace casi sin previo aviso.
¿Cuántas veces se nos avisa que vamos a pasar mortalmente
al estado opuesto del que nos encontramos ahora?
Nadie.
Ahí está, nadie.
Y después de que uno lo piensa
y lo reflexiona más de cien veces,
se da cuenta de que no importa realmente ser avisado o no:
va a terminar siendo lo mismo,
y va a terminar sintiéndose igual el sentimiento.
Es inevitable no llenarse de preguntas,
la mayoría de las cuales ya están respondidas,
pero, claro queridos lectores, uno no quiere ver
ni escuchar ni sentir ni oler ni tocar las respuestas.
Que la verdad ofende,
no sé si es tan cierto,
depende de la verdad
y de cómo sea descubierta;
pero que duele,
eso sí.
La verdad duele.
Y suele doler algún tiempo...
En unos más extenso,
en otros quizá unos días.
Pero no, el problema no es aceptar la verdad,
el problema es aceptar que no la podemos cambiar.
Eso es lo que mata, lo que aniquila.
Entonces, ¿qué hacemos frente a una verdad lastimosa?
Nada.
¿Nada?, dirán.
Sí, nada.
¿Qué más tenían pensado hacer?
Es así, nos gusta o no nos gusta,
podemos o no podemos,
nos aman o no nos aman,
nos quieren o no nos quieren.
¿Y cuando no nos quieren como creíamos que nos querían?
Sí, esa es la que más duele, ¿no?
Y bueno, ¿para qué existe el tiempo?
Es el único consuelo,
el único compañero.
Tiempo, tiempo
y más tiempo.
Dejarlo pasar junto a nosotros,
mirarlo a los ojos,
decirle adiós todos los días.
Hasta que llega un día en que se fue todo
y no nos dimos cuenta cuánto tiempo fue,
o cómo lo hicimos.
Por supuesto, las cosas y algunas personas
no se van a ir del todo,
pero van a pasar a ser sólo un recuerdo...
Entonces, no me queda más que suponer
que vos también te irás con el tiempo,
y que a mí se me va a pasar.

lunes, 26 de abril de 2010

Lo que no sé decir

Le estoy hablando, diciéndole una vez más que la pensé todo el día, como le dije ayer, como le vengo diciendo hace más o menos una semana -o un poquito más-. Lo que no puedo explicarle, es que no es simplemente pensarla lo que hago, sino que la tengo incorporada adentro mío todo el tiempo. Cada imagen que se asoma en mi mente de mi futuro, está acompañada de la de ella. Se me hace completamente inevitable no imaginarme con ella.
Pasan los días y más me doy cuenta de cómo se metió en mi vida, en mi cuerpo, en mi corazón, en mi panza que se llena de mariposas cada vez que la siento conmigo.
Pensando y pensando aún más, pierdo el miedo a lo que pueda llegar a salir mal, porque me hace creer de nuevo que no va a salir mal. A veces me cuesta caer en la cuenta de que está siempre conmigo, y para mí, así como yo estoy para ella.
La quiero por lo que es, y la quiero más por todas esas cosas que no es; y esto es algo que nunca me había pasado, que nunca había sentido, que nunca había escrito, que nunca había pensado. La quiero tanto que siento cómo late de rápido mi corazón al escribir esto.
Siento todos los días que la quiero conmigo, la quiero conmigo siempre...

sábado, 24 de abril de 2010

Hago silencio.
Pienso.
Pienso profundamente,
para mis adentros.
Diviso mentalmente cada una
de las líneas de tu cara de niña.
Siento la textura de tu pelo
correr entre mis dedos.
Aquí es cuando comienza todo...
Lleno mis pulmones inhalando
un aire que imagino es el tuyo.
Me invade nuevamente esa sensación,
ese sentimiento, de querer cuidarte eternamente.
Me pregunto por enésima vez
por qué elegí esto,
por qué lo elegí sabiendo (de memoria)
las consecuencias que traería.
Mejor dicho, las consecuencias
que me traería...
Porque aquí, seamos todos honestos,
la que sigue sintiendo soy yo,
la que sueña con nosotras, soy yo,
la que sigue besando tu espalda
para despertarte, soy yo,
y la que besa tu boca dormida, soy yo...
Me da temor recordarte tanto,
extrañarte tanto.
No creo eso sea bueno,
pero, a fin de cuentas, ¿cómo evitarlo?
¿Cómo evitar enternecerme con tu voz fingida?
Aún sabiendo que todo fue y es mentira,
me hago creer a mí misma que te creo,
que creo en vos,
en lo que decís y en lo que decís que hacés,
que no es lo mismo que lo que hacés,
eso está más que claro.
No puedo evitar sentir así,
porque ese día a tu lado, yo te quise,
porque esa noche a tu lado, yo te amé.
Te amé con el cuerpo,
con el alma,
desde adentro,
y, lo más importante,
te amé con la mente...
Todavía sigo abrazándote fuerte al dormir,
sigo cuidándote aunque tal vez
otra te cuide ya...
Mi cuerpo no,
pero todo lo demás que me forma
sigue con vos.
Hay una parte de vos que quedó acá,
no se va,
y por no saber qué parte es,
no puedo sacarla,
simplemente no puedo...
Que si te hablo mal no es por odiarte,
ni por no quererte,
es porque así lo tengo que hacer,
no tengo opción,
no me permito tener opción;
porque si vuelvo completamente a vos,
me estaría humillando como mujer,
como persona.
Me repito que todo termina
en algún determinado momento,
entonces también te tendrás que terminar vos,
como todo lo demás,
finalmente.
Y a veces hasta me da miedo
que no te termines más,
que nunca desaparezcas.
"No pasa nada,
esta no es la primera vez,
ya sabés cómo es...", repite ella...

domingo, 31 de enero de 2010

En tus pupilas

Antes de conocerte el mundo era plano,
aunque lo discuta usted, señor Galilei.
Y me cansé de besar ranas en vano,
el príncipe azul jamás lo encontré.
Y así llegaste tú devolviéndome la fe,
sin poemas y sin flores,
con defectos, con errores,
pero en pie...

Y siento algo en ti,
algo entre los dos,
que me hace insistir,
cuando miro en tus pupilas
sé que Dios no dejó de existir
y lo haces vivir,
tú lo haces vivir...

La vida es una colección de recuerdos,
pero nada como tú recuerdo tan bien.
Desde la redondez que tienen tus labios
al olor de tu pelo,
el color de tu piel...


No pienses que te irás
y me voy a resignar.
Eres lo mejor que me ha pasado,
lo mundano y lo sagrado,
y aún más...

Y siento algo en ti,
algo entre los dos,
que me hace insistir,
cuando miro en tus pupilas
sé que Dios no dejó de existir
y lo haces vivir,
tú lo haces vivir...

sábado, 30 de enero de 2010

Soy el verbo

Soy el verbo que da acción a una buena conversación,
y cuando tú me nombras siente ganas.
Soy la nueva alternativa contra contaminación,
y tú eres la energía que me carga.
Soy una arboleda que da sombra a tu casa,
un viento suave que te soba la cara.
De to' tus sueños, negra, soy la manifestación,
tú eres esa libertad soñada.
Soy la serenidad que lleva a la meditación,
y tú eres ese tan sagrado mantra.
Soy ese juguito en parcha que te baja la presión,
y siempre que te sube tú me llamas.
Ya, tira la sábana, sal de la cama,
vamos a conquistar toda la casa.
De todo lo que tú acostumbras soy contradicción,
creo que eso es lo que a ti te llama.
La complicidad es tanta,
que nuestras vibraciones se complementan.
Lo que tienes me hace falta,
y lo que tengo te hace ser más completa.
La afinidad es tanta,
miro a tus ojos y ya sé lo que piensas.
Te quiero porque eres tantas
cositas bellas que me haces creer que
soy la levadura que te hace crecer el corazón,
y tú la vitamina que me hace falta.
Soy ese rocío que se posa en tu vegetación,
y tú esa tierra fértil que esta escasa.
Soy la blanca arena que alfombra tu playa,
todo el follaje que da vida a tu mapa.
De toda idea creativa soy la gestación,
tú eres la utopía liberada.
La complicidad es tanta,
que nuestras vibraciones se complementan.
Lo que tienes me hace falta,
y lo que tengo te hace ser más completa.
La afinidad es tanta,
miro a tus ojos y ya sé lo que piensas.
Te quiero porque eres tantas
cositas bellas que me hacen sentir muy bien.
Que soy, soy la locura que estremece,
soy tu adicción,
y tú eres mi felicidad, mi calma.
Soy una colonia que va en busca de liberación,
y tú eres esa dosis de esperanza.
Soy la cordillera que en la distancia
te cura la visión con su elegancia.
De todo loco que lo intenta soy la frustración,
tú eres ese reto que me encanta.
La complicidad es tanta,
que nuestras vibraciones se complementan.
Lo que tienes me hace falta,
y lo que tengo te hace ser más completa.
La afinidad es tanta,
miro a tus ojos y ya sé lo que piensas.
Te quiero porque eres tantas
cositas bellas que me hacen sentir muy bien.

domingo, 24 de enero de 2010

Pensando en Lola...

Miro por lo redondito de tus ojos,
me escurro por tus pestañas
que me dan besos de mariposa.
Cuento tus uñitas pintadas de rojo,
huelo el perfume a miel de tu cuerpo,
me impregno en los volados
de tu vestidito lila con florcitas.
Juego con tus zapatitos chiquititos,
me das un beso en la frente
con tu boquita roja.
Lolita...






Y que no podría explicarte
por qué ni cuánto la quiero.
La quiero porque es mía.
La quiero porque no lo es.
La quiero porque desde que nací la quiero.
La quiero porque hasta que muera la voy a querer.
La quiero porque ya es...
La quiero así,
de esta forma incontrolable
que no tiene explicación.
La quiero como nunca supe querer,
como nunca imaginé.
La quiero sin medida,
sintiéndola en mis brazos.
La imagino tal cual es,
con lo bueno y lo malo.
La quiero y quiero
todo lo que la rodee.
La quiero sin principio ni fin.
La quiero porque por ella sigo,
por ella empiezo,
y por ella termino.
La quiero alegre,
la quiero triste,
la quiero rebelde,
la quiero sumisa,
la quiero tímida,
la quiero atrevida.
La veo correr,
jugar,
reír,
y mi alma sonríe.
Se iluminan mis ojos
cada vez que se pasea por mi pensamiento
y me regala carcajadas.
La quiero llena de vida.
La quiero así,
de esta forma incontrolable
que no tiene explicación.


martes, 19 de enero de 2010

Así como hoy son esos días en los que siento ganas de irme lejos.
No quiero saber nada con casi nada ni casi nadie. Son bastantes las cosas que me disgustan y no puedo evitar. Es como sentir que te suben todas juntas por la garganta corriendo una tras otra, pidiendo salir, ser expulsadas violentamente; pero no puedo sacarlas como quisiera, simplemente no puedo decirlas, exactamente esas cosas no puedo decirlas. Y me encuentro también con que es contada con menos de los dedos de una mano la gente que me calma o que en cierta forma intenta ayudarme. Pero eso es algo que fue siempre así desde que el mundo es mundo, ¿no? Entonces no me queda otra opción que "tragarme" todas estas cosas (una vez más, porque, como bien sabemos, no sería la primera). Sé más que con certeza que no soy la primera a la que le ocurre, pero me saca que me ocurra... Igual, nadie había dicho que era fácil lo que quería emprender, y yo ya lo sabía previamente, pero no imaginé que sería tan difícil... Quizás con el paso de los días vea que no es así, y todo se vaya dando solo, pero hoy lo veo así, y aunque adquirí (y aún sigo adquiriendo) la capacidad para no ver las cosas completamente como malas, una partecita mía no puede evitar sentirse así. Siento que hago sumamente mal si me pregunto "¿Por qué a mí, Dios? ¿Por qué a mí?", porque no es lo peor que le pueda pasar a alguien; uno acostumbra a creer que lo que le pasa es lo peor de lo peor, cuando en realidad sabe que no es así. Entonces elijo no preguntármelo, porque sé que no tiene sentido, porque sé que la respuesta es porque sí y punto, simplemente por eso. Ni porque lo quise yo, ni porque lo quiso nadie, sino porque es así. Tal vez si me cueste es porque después vendrá la recompensa por así decirle. Tal vez no. ¿Quién sabe?
Simplemente me estoy proyectando y eso está mal, pero es algo que no siempre uno puede evitar.

miércoles, 13 de enero de 2010

Un flash

Una red en común conspiraba en la oscuridad,
sigilosa señal la que nadie debía notar.
Nos dejamos arrastrar corriente abajo hasta que el ruido nos tapó
y le dije "Yo te quiero conocer igual,
no nos mira nadie despejemos el lugar",
sólo tú y yo.
Un esclavo casual la bañaba en un manantial,
como espada de luz mi presencia la hizo temblar.

martes, 12 de enero de 2010

Video phone

Shawty, what yo name is?

Them hustlers keep on talkin',
they like the way I' m walkin'.
You saying that you want me
so press record, I' ll let you film me.

On your video phone, make a cameo.
Tape me on your video phone, I can handle you.
Watch me on your video phone, on your video, video.
If you want me you can watch me on your video phone.

I love how you approach me,
fresh white with your pans hangin' grown man low.
Everything you sayin' soundin' good to me,
no need to convince me anymore.

Swag up, it' s right, one blade, it' s tight,
and I smell your cologne in the air.
Baby, you doin' somethin' right,
you just cancelled every other man here.

You say you like my bag and the color of my nails.
You can see that I got it goin' on.
I wanna make sure you remember me,
so I' ma leave my number on your video phone.

I got no time for frontin',
I know just what I' m wantin'.
If it' s gonna be you and me,
when I call, they better see me on your video screen.

Them hustlers keep on talkin',
they like the way I' m walkin'.
You saying that you want me
so press record, I' ll let you film me.

On your video phone, make a cameo.
Tape me on your video phone, I can handle you.
Watch me on your video phone, on your video, video.
If you want me you can watch me on your video phone.

You my phone star
and I' m happy when my lights flashin',
'cause you on my receiver
hubba, hubba.
Honey, baby is so sexy that he should win an Oscar.

And when you miss me, just remember that I always got you with me.
I' ll be your Gene, you' ll be my Brando.
I' ma put you in my movie if you think that you can handle.
Can you handle it?

I know you like that.
Can you handle it?
Turn you into a star, I got it like that.
Can you handle it?
Baby don' t fight it, (Tell 'em B), ' cause when I miss yo call
Can you handle it?
I hit you right back on my video phone.
You like what you see?

Them hustlas like my fashion.
You wanna video me?
They like the way I' m walkin'.
You like what you see?
You sayin' that you want me
(go on and video me)
so press record, I' ll let you film me.

On your video phone, make a cameo.
Tape me on your video phone, I can handle you.
Watch me on your video phone, on your video, video.
If you want me you can watch me on your video phone.

Can you handle it?
Can you handle it? Tell ' em, B.
Can you handle it?
Can you handle it?

You like what you see?
Can you handle it?
You wanna video me?
Can you handle it?
You like what you see?
Can you handle it?
Go on and video me.
Can you handle it?
You like what you see?
Can you handle it?
You wanna video me?

You know them Gs, they be hollerin', 'specially them hot ones.
Brooklyn, Atlanta, Houston to New Orleans.
When they see me, they be like "Yo B, let me call you".
You breakin' my focus, boy, you cute and you ballin' .

You like it when I shake it?
Shawty on a mission, what yo name is?
What, you want me naked?
If you likin' this position you can tape it on your video phone.

Hustla keep on talkin'.
You like the way it' s poppin'.
You sayin' that you want me,
press record and baby, film me.

On your video phone, make a cameo. (Film me)
Tape me on your video phone, I can handle you. (Film me)
Watch me on your video phone, on your video, video. (Film Me)
If you want me you can watch me on your video phone.

Uh, uh, uh, ah, uh
Uh, uh, uh, ah, uh
If you want me you can watch me on your video phone.

lunes, 4 de enero de 2010

Aquellas pequeñas cosas

Uno se cree
que las mató
el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto
de ida y vuelta.
Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.
Como un ladrón
te acechan detrás de la puerta.
Te tienen tan
a su merced
como hojas muertas
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos
cuando
nadie nos ve.

Recordando

Una canción desconocida me trae esa puntada en el pecho de la cual no puedo disimularme a mí misma su significado. Quizás por las varias veces que la sentí, quizás por algo que me contaron, pero simplemente no puedo decir que no sé lo que significa.
Algunas lágrimas empiezan a caer. Sin duda, no son las mismas que ayer; la herida ya cicatrizó. Pero a veces la recuerdo...
Lo pienso con detinimiento unos minutos. Y no, no la recuerdo a ella; recuerdo mi amor, lo que llevé adentro mío, ese que sentí en el pecho, subiéndome desde el estómago, saliendo por todos mis poros.
Acto seguido, me repito que está mal, que no debería, que ya pasó el tiempo de hacer estas cosas. Pero, después de tantos días, ya dejó de estar mal. Dejó de estar mal porque crecí, porque aprendí, porque ya no lloro por vos, por tu esencia, por tu cuerpo, tu pelo, tus ojos y tu boca de mujer que JAMÁS fueron míos; lloro porque me emociona ver que siento así, que puedo amar así. Hoy, hasta tengo la casi certeza de que también me aman así (o aún más...).
Ya aprendí a no necesitarte. Ya no te seguís durmiendo conmigo, porque ahora, cuando mi nariz se apoya en mi almohada, no siente más tu perfume; y tampoco te despertás conmigo, porque ahora, cuando abro mis ojos, lo primero que pienso es cualquier cosa menos vos.
Yo que te hubiera entregado la vida, yo que soñé una vida con vos, yo que hice tuyos mis hijos, yo que te di lo más hondo en mí, yo que me creí parte de tu vida, yo que te elegí, para mal o para bien pero te elegí, yo que era capaz de enfrentarme a mi familia si hacía falta, yo que te quise cuidar, yo, yo no me culpo más; yo te dejo ir, hoy, otro poco más.